jueves, 31 de enero de 2013
"Hay una razón poderosa que puede empujarnos a iniciar la tarea de
restaurar el amor hacia nuestros padres: sólo logramos amarnos a
nosotros mismos cuando los amamos y honramos a ellos. En lo más profundo
de cada uno, por muy graves que fueran las heridas, los hijos siguen
siendo leales a sus padres e inevitablemente los toman como modelos y
los interiorizan dentro de sí. De algún modo, conectan con una fuerza
que los hace ser como ellos. Por eso, cuando son capaces de amarlos,
honrarlos, dignificarlos y respetarlos, pueden hacer lo mismo con ellos
mismos y ser
libres. Es muy sencillo: nos encadena lo que rechazamos y sólo lo que
amamos nos hace libres."
Joan Garriga Bacardí